miércoles, 28 de febrero de 2007

S.I. Greenspan y la mente en crecimiento

Lo que escribe Greenspan no puede ser calificado de lectura ligera o dominical; pero tiene miga. Trata sobre la formación de la inteligencia humana y de cómo ésta nace de las experiencias emocionales infantiles.

El valor de las emociones ya ha sido destacado por diversos autores y la etiqueta “inteligencia emocional” hasta se ve en cursos de formación empresarial; pero aquí no se trata de emociones solamente, sino de como lo que se siente organiza nuestra información, influye en nuestra capacidad verbal y conforma un mundo interno que al ser sutilmente diferente a los demás individuos de la misma cultura y época da origen a nuestra personalidad.

Con multitud de ejemplos Greenspan que es psiquiatra infantil, además de profesor de la Universidad George Washington y haber trabajado en diferentes centros especializados prestigiosos, va ejemplificando sus ideas, observaciones y conclusiones.

En tanto psiquiatra toca los habituales temas de salud mental, pero también indaga en los mecanismos que subyacen al aprendizaje y los conflictos humanos: los problemas de pareja, la violencia, la seguridad, y sobre todo las necesidades de la infancia.

Puede que a Ud. no le interese como aprenden los niños a pensar; pero si podría llamarle la atención las aplicaciones que el autor sugiere de sus conceptos a la política internacional: “Analizar los conflictos internacionales desde la perspectiva de los niveles de desarrollo ofrece unas directrices útiles para evaluar los diferentes enfoques. Comunicación constructiva significa a) mantener una relación no amenazadora a través de las organizaciones internacionales, b) relaciones más fluidas entre ambos líderes y los ciudadanos por medio de la diplomacia y programas de intercambio, c) establecer sanciones e intervenciones únicamente para poner límites y no para aislar al rival de la sociedad humana, d) ofrecer respeto y autonomía a las demás naciones, e) tolerar las distorsiones que realizan los demás de determinados hechos o situaciones y analizarlas de cara a la comprensión de los objetivos ajenos, y f) negociar diferencias utilizando información precisa y una valoración realista de la otra parte” (pag. 348)

Puede discutirse si la psiquiatría, como disciplina, y en particular la especializada en la infancia, sirve para aportar ideas a la escena internacional; no obstante en lo que se refiere a las relaciones humanas, como nos formamos y deformamos al contacto con experiencias no siempre bien asimiladas, es una cuestión de interés para mucha gente.

Por eso traigo a este blog la mención de este informativo texto que tiene el sugerente subtítulo: “Y los ambiguos orígenes de la inteligencia”.

Ficha Bibliográfica:

Greenspan(1997), Greenspan, Stanley y Benderly, Beryl Life, "El Crecimiento de la Mente. Y los ambiguos orígenes de la inteligencia", Paidós. Transiciones. Barcelona, 1998, pp 401 Tit.Orig: The growth of the mind and the endangered origins of intelligence. Addison-Wesley Publishing Co.

martes, 27 de febrero de 2007

J.Boudet. Cronología Universal

Se trata de un libro de consulta; es decir de aquel que no se lee completamente, sino en parte, según la ocasión. Sirve para averiguar que sucedió en una fecha concreta. En estos tiempo de Internet es posible que muchos piensen que ya no son necesarios esta clase de textos… y en muchos casos puede ser así; pero no en todos. Por otro lado las cronologías tienen un encanto particular (para aquellos, claro, que saben apreciarlo). Poder leer lo que ocurrió en la misma época en diferentes países suscita reflexiones curiosas. Es como ver la marcha de la historia y sus diferentes ritmos; los trabajos y los pesares de diferentes pueblos que juntos forman lo que llamamos, quizá sin tener cabal conciencia de ello, “humanidad”.

La “Cronología Universal” de Jacques Boudet es, en el último sentido, ideal. Desde las divisiones de la Geología hasta el año 2005 abarca toda la historia de la tierra y los humanos. Es una tarea monumental y que puede tener muchos usos, desde el puramente estudiantil hasta el investigador especializado en algún tema.

El libro tiene la forma de un pequeño manual y la búsqueda de entradas se facilita mucho debido al índice final que permite localizar el personaje histórico o acontecimiento que se nos ocurra (y del cual quede constancia).

Esta clase de libros, auxiliares de otros, son muy útiles, insisto, y ahorran, además, mucho tiempo aunque se disponga de una línea de alta velocidad a la Red. Yo lo he podido comprobar. A menos que se vaya a “tiro fijo”, la búsqueda en Internet puede hacerse exasperantemente lenta.

Ficha Bibliográfica:

Boudet(1983), Jacques Boudet, "Cronología Universal. De los orígenes del hombre a la actualidad", Espasa Calpe, Colección Temáticos, Tercera edición actualizada, Madrid, 2006, pp.821, Tit.Orig: Chronologie Universelle, Editions Bordas, Paris 2004 (última edición actualizada).

lunes, 26 de febrero de 2007

W.Peter Reese. Un extraño para mí mismo

Este libro debería ser de lectura casi obligatoria en las escuelas secundarias. Primero por qué ha sido escrito por un joven; segundo, porque ha sido escrito por alguien que rechazaba la guerra y que prefería escribir poesías y estar con sus amigos, pero fue enviado como soldado al frente ruso, donde murió, y no escapó de su destino, (inclusive obtuvo cuatro condecoraciones, incluyendo la cruz de hierro de segunda clase), pero dejó testimonio de lo que veía y sufría.

Atormentado, con necesidad creciente de alcohol, el soldado Willy escribe con letra diminuta, aprovechando el papel, y los momentos de descanso. Describe sus vivencias, y la cruel lucha en la que se encuentra envuelto. Un amante de la belleza que encuentra en el vodka el refugio para afrontar el horror de la guerra “(rusos ahorcados por ser partisanos)sus caras tumefactas, azuladas, estaban groseramente deformadas. De las uñas de las manos atadas se desprendía la carne, de sus ojos rezumaba un fluido marrón amarillento que formaba una costra en las mejillas, en las que la barba había crecido aun después de muertos. Un soldado los fotografió, otro los balanceó con un palo”.

Describe, con pocas palabras, no tiene tiempo para florituras, pero muestra exactamente como se transforma el hombre en soldado y como su segunda naturaleza se va imponiendo hasta que la vida civil parece algo lejano y casi superfluo: “Por entonces cultivábamos un humor feroz. Ejercitábamos nuestro sarcasmo con la muerte y el peligro, distorsionábamos las cosas y llevábamos cualquier pensamiento al limite de lo grotesco Hacíamos nuestras patrullas de exploración hasta el pozo como si fuera una travesura de muchachos y tratábamos de irritar a los rusos paseando cascos de acero por encima del borde de la trinchera. Nos revestíamos con las formas de la comicidad y la ironía, jugábamos con expresiones ridículas y nos habituamos a emplear una risa necia.” (pag.146)

En 1944, el soldado Reese, aprovecha un permiso y transcribe a máquina más de ciento cuarenta páginas de sus notas, acababa de cumplir 23 años. Poco después empieza la ofensiva final del ejército ruso que destroza el frente oriental; como tantos, nunca fue encontrado, pero sus notas son rescatadas por Stefan Schmitz, periodista de la revista Stern, y pasado ya el siglo, en el 2003, las publica en Alemania. Tenemos una buena traducción en esta edición del 2005, con la foto en portada del joven escritor malogrado. También la edición trae fotografiados algunos de sus dibujos junto con otras fotos de sus camaradas de armas. Aunque la campaña de Rusia fue deliberadamente una invasión con el objetivo de esclavizar a los eslavos, uno no puede menos que sentir simpatía por esas imágenes de soldados que son como niños grandes jugando en una guerra que ni provocaron ni entienden.

El libro, no muy grueso, que se lee en pocas horas es un documento excepcional, y creo que merece un lugar en nuestra biblioteca, incluso en la de aquellas personas que no se interesan ni por la historia ni por las guerras. No es, tal como lo considero, uno más de “guerra”; trata del destino humano y de las circunstancias que se nos imponen aunque nuestras esperanzas y valores vayan por otro lado.

Ficha Bibliográfica:

Reese(2003), Willy Peter Reese, "Un extraño para mí mismo. Diarios de un soldado alemán. Rusia, 1941-1944", Debate, Barcelona, septiembre de 2005, pp.226, Tit.Orig: Mir selber seltram fremd, Claasen Verlag, Ullstein Buchverlage GmbH, Berlin, 2003

domingo, 25 de febrero de 2007

Seagrave y Los Guerreros del Oro


Sterling Seagrave fue periodista del The Washington Post, como así también investigador y colaborador en Time, Life, Altlantic Monthly, Far Eastern Economic Review. Autor de Yellow Rain y The Song Dynasty. Peggy Seagrave ha sido investigadora y editora en Time-Life Books. Juntos publicaron “The Marcos Dynasty”, “Dragonlady”, “Lords of the Rim" “y “The Yamato Dinasty

Vale la pena comentar a que se dedicaron los que escribieron este libro, ya que resulta estremecedora la narración que contiene sobre los saqueos y destrucciones a cargo de las tropas japonesas, antes de la segunda guerra mundial, junto con el trabajo esclavo de los prisioneros en los territorios ocupados.

Pero la historia no termina con el fin de la segunda guerra, se prolonga hasta nuestros días. Todos los presidentes norteamericanos están implicados, desde la época de Truman. El famoso tesoro de Yamashita, por el general Tomoyuki Yamashita, gobernador militar durante la ocupación japonesa, no yace oculto en las selvas de Filipinas como cree la mayoría de los historiadores sino que fue recuperado en su mayor parte a finales de la segunda guerra mundial y utilizado activamente para ayudar a engrasar financieramente las operaciones de la guerra fría, como el establecimiento de la democracia cristiana en Italia, la dictadura de Marcos en Filipinas y el mantenimiento del entramado prebélico en el propio Japón, ahora sí dirigido contra el enemigo común, es decir el comunismo.

Ese gigantesco tesoro, resultado del saqueo de China, Corea y las Filipinas, conocido por la casa imperial japonesa, vía el hermano del Emperador Hirohito, príncipe Chichibu, recibió un nombre en código, Lirio Dorado, tomado de uno de los poemas del mismo Hirohito, fue ocultado en los últimos meses de la guerra en cuevas y otros lugares remotos, y los miles de esclavos que trabajaron en la operación también yacen muertos, asesinados por los mismos japoneses para ocultar la situación de los enterramientos. Este tesoro fue descubierto por agentes del servicio secreto estadounidense, la OSS, la oficina americana de Servicios Estratégicos, antecesora directa de la CIA, gracias al apresamiento de un subordinado cercano a Yamashita y cruelmente torturado. El general Mac Arthur una vez en posesión del dinero, y los autores suministran diversos documentos para avalar sus afirmaciones lo utilizó, con permiso de Truman, para las acciones encubiertas de la guerra fría que empezaron por la época. Lo interesante de la cuestión es que esas inmensas sumas de dinero fueron reunidas junto con el tesoro nazi encontrado y se convirtió en un fondo especial que financió a diferentes gobiernos del mundo, en los años posteriores, llegando incluso a tener que ver con importantes donaciones de dinero que se hicieron para la campaña de elección de Richard Nixon. El Vaticano, China Comunista, Italia, Filipinas, Japón y otros países fueron afectados o beneficiados por las operaciones ilegales que se realizaron a lo largo de estas décadas con tales sumas de dinero negro, obtenidas del expolio de grandes territorios y su población, a la que se negó cualquier derecho a recuperar parte de sus posesiones perdidas o a una retribución que compensase sus pérdidas. Lo que los bancos suizos hicieron a sus clientes judíos fue repetido, en una escala aún más gigantesca, a lo largo de todo el planeta, en una operación secreta que no tuvo ningún eco ni lo tiene en los grandes medios de difusión.

Los autores tienen una web con abundante información complementaria: www.bowstring.net y aprovecho para transcribir aquí, la nota de la página 368, con la que se empieza el abundante y minucioso listado de los documentos que avalan las tremendas acusaciones de los autores: “La finalidad de este libro es revelar por qué se sabe tan poco acerca del expolio a escala industrial de Asia que llevó a cabo Japón, y del retorcido papel que desempeño –y que hasta la fecha sigue desempeñando- Washington en su encubrimiento. Puede que a mucha gente le causen extrañeza y decepción nuestras revelaciones, o que piensen que son fantasías. Empezando por el relato de primera mano de cómo fueron enterrados vivos los ingenieros japoneses responsables de construir las cámaras subterráneas de los tesoros de Filipinas, el lector quizá desee ver las pruebas. Los que hayan leído nuestros libros anteriores saben que están documentados de forma exhaustiva con más de doscientas páginas de anotaciones, y reconocerán la continuación de algunos temas que llevamos investigando desde hace ya más de treinta años. Como los huesos de los dinosaurios o los fragmentos del trasbordador espacial Challenger, las pruebas son abundantes, aunque están muy dispersas. Al juntar estos fragmentos y retazos de escorias históricas, ha surgido un corpus de pruebas totalmente convincentes. La anotaciones detalladas que vienen a continuación cuentan con el respaldo de otros 900 megabytes de documentación en dos discos compactos que el lector quizá desee examinar”

A mi me gustaría, lo reconozco, que todo lo que estos autores denuncian sea mentira; una total y absoluta mentira. Algo así me permitiría a mi, y a muchos, recuperar la confianza en los gobiernos democráticos y en que el triunfo de las buenas ideas depende sólo de operaciones limpias y sobre todo “públicas”, incluyendo en esta última expresión, su consecuencia directa: publicadas y conocidos por todos a quienes importe.

Pero me temo que hay aquí demasiadas cosas oscuras y el mismo hecho que la publicación de este libro no hubiera sido posible en Japón, por no encontrar un editor dispuesto, tampoco ayuda a considerar la información comentada como una pura ilusión propia de fóbicos antiamericanos y enemigos de la casa imperial japonesa (de todas formas según el ”Japan Times”, del 11-julio-2004, la versión inglesa está disponible para todos aquellos japoneses que quieran leer directamente el libro comentado. En nuestro mundo las barreras son cada vez más frágiles).

Ficha Bibliográfica:

Seagrave(2003) , Sterling Seagrave y Peggy Seagrave, "Los guerreros del oro. El tesoro de Yamashita y la financiación de la guerra fría", Ed. Crítica, Barcelona, 2005, www.ed-critica.es, pp.490, Tit.Orig: Gold Warriors. America's Secret Recovery of Yamashita's Gold.

viernes, 23 de febrero de 2007

R.Middleton y Alexandra David-Neel

Alexandra fue una mujer excepcional en su época (1868-1969); también la longitud de su vida fue excepcional, pero la aprovechó al máximo, cosa que ya en si mismo merecería una mención especial… aparte de la Legión de Honor francesa que obtuvo poco antes de su muerte. Fue una gran viajera, cantante de ópera (bastante buena por cierto), periodista y exploradora, budista (visitó Lhasa, la capital del Tibet, en 1924, ciudad prohibida en ese entonces a los extranjeros y llegó a ella disfrazada de tibetana lo que supone, entre otras cosas hablar la lengua del país como un nativo). Escribió más de treinta libros sobre los temas que trabajó e influyó en escritores occidentales como Alan Watts, Jack Kerouac y Allen Ginsberg.

Toda su vida fue una aventura y una investigación permanente; piénsese que recorrió diversos países de Europa, y durante catorce años India, China, Corea y Japón. Todo eso en la época donde no existía el turismo y en la cual no se esperaba de una mujer que hiciese tales cosas.

El libro que escribe Ruth Middleton, que llegó a conocer personalmente a Alexandra David-Néel, ofrece un panorama general de su vida y de sus viajes, principalmente al Tibet.

Es un libro pequeño, de lectura agradable y además contiene diversos fragmentos escritos por la propia Alexandra: “Una vez más doy la espalda a la civilización occidental, gozosamente, con una sensación de alivio, de reposo, de estar al fin sin carga. La luz del poniente tiñe de rosa los picos nevados de las montañas, aparece la primera estrella chispeante, el momento es tan bello, sereno, dichoso, que te sumerges en él, hundiéndote suave, profunda e infinitamente” (pag. 111)

De anarquista a budista Alexandra recorrió un largo y especial camino. Nosotros podremos acompañarla a la distancia, con este libro.

Ficha Bibliográfica:

Middleton(1989), Ruth Middleton, "Alexandra David-Néel. Retrato de una aventurera", Circe, Bcn, junio 1990, pp.261, Tit.Orig: Alexandra David-Néel

jueves, 22 de febrero de 2007

Edmonds y Eidinow. Fischer


Bobby Fischer no necesita presentación, lo conoce todo el mundo aunque la mayoría no sepa jugar al ajedrez. La razón de su fama, que trasciende el ámbito del juego ciencia, se debe a la política. En una época de plena guerra fría Bobby desafió el predominio aplastante de los soviéticos en este campo, y en 1972, en Reykiavic, Fischer ganó a Boris Spasski alcanzando el grado de Campeón Mundial. Fue el acabose; en USA se vendieron en ese verano nada menos que un millón de juegos de ajedrez y el protagonista de la hazaña fue recibido por el presidente Nixon.

Otro aspecto que contribuyó a su fama fue su personalidad: extraña, hosca o simpática en diferentes ocasiones, y siempre inesperada en sus reacciones. Fischer creó un ambiente de extrema tensión durante el campeonato, a tal punto que tuvo que intervenir el mismísimo Henry Kissinger, consejero de Seguridad Nacional, para lograr que Bobby volviera al tablero que amenazaba seriamente con dejar.

Cuando sucedió este evento Fischer “genio volátil, fascinante y sorprendente, atractivo y repelente al mismo tiempo”, como escriben los autores, tenía sólo 29 años. Contra todos los pronósticos no volvió a jugar para defender su corona y sólo 20 años después, en 1992, volvió a encontrarse con su mismo antagonista, Spasski, por una millonaria suma. Torneo que por cierto volvió a ganar: “El match, dividido entre Belgrado y la pintoresca isla turística de Stveti Stefan en Montenegro, a orillas del Adriático, fue en muchos aspectos un triunfo de la obstinación de Fischer (así como de sus principios), pues se aplicaron las normas que Fischer había reclamado en 1974 a la FIDE. No obstante su participación en el match en plena guerra civil yugoslava violaba las sanciones de las Naciones Unidas; el Departamento del Tesoro de EEUU le informó con antelación de que violaría una Orden Ejecutiva (nº 12810) si el match continuaba adelante, un delito grave que conllevaba una fuerte multa y/o una pena de cárcel.

Hizo caso omiso de la advertencia. Fischer abrió su raído maletín de piel marrón y sacó la carta del Departamento del Tesoro. A continuación escupió sobre ella con precisión. Preguntado por los dos mejores jugadores del mundo, Karpov y Kasparov, les describió como “los perros más inmundos”. Desde EEUU se lanzó una orden de búsqueda y captura. Todavía es válida.” (pág.342)

Bobby desapareció de la escena internacional y sólo reaparece, hace poco, cuando cae preso en Japón por ser reclamado por las autoridades de su país que en su momento lo consideró un héroe, en virtud de la citada orden de búsqueda.

El famoso ajedrecista vuelve a escurrirse por los pelos de los largos brazos de su Estado. Así se puede leer en la enciclopedia Wikipedia, en la entrada referida a Bobby: “El 13 de julio de 2004, Fischer reapareció en público cuando, mientras pretendía ir a Filipinas desde Japón, fue detenido en el aeropuerto internacional de Narita por usar un pasaporte que el gobierno de los EE.UU. había cancelado. Las autoridades japonesas le recluyeron en espera de resolver el problema suscitado por la petición de extradición de EE.UU. El 15 de diciembre de ese mismo año, el gobierno islandés aceptó darle asilo político a Fischer en ese país, para así escapar a la extradición a Estados Unidos, y ordenó su traslado inmediato a Reykiavik, donde podría recibir una nueva ciudadanía. A pesar de las presiones del gobierno estadounidense, el 9 de marzo de 2005, aún encarcelado, recibió un pasaporte islandés como regalo por su 62 cumpleaños. El 21 de marzo, el parlamento islandés aprobó conceder la ciudadanía islandesa a Bobby Fischer, con 40 votos a favor y dos abstenciones, y tres días después, tras ocho meses de penosa detención, fue puesto en libertad y deportado a Islandia,…”

Como se ve aventura no le falta a este genio atrabiliario, además de buenos amigos y admiradores. Fischer ha aportado al ajedrez no sólo grandes partidas, además fue de los primeros en reivindicar un mejor nivel económico para los grandes maestros en los torneos mundiales (cosa que es muy importante para el desarrollo continuo de este juego, deporte, arte y ciencia a la vez). Y por si fuera poco también introdujo modificaciones importantes en la contabilización del tiempo del juego e incluso creó una alternativa al ajedrez tradicional, con las mismas piezas, tablero y reglas, pero con un orden de partida diferente. Alternativa que lleva su nombre y se sigue jugando, lo que demuestra que no fue un invento absurdo.

El libro está pensado para el público en general, y no necesita conocimientos de ajedrez (aunque, por supuesto, si se tienen se aprovechará más). Recorre toda la vida de Fischer, y revela datos que muchos desconocerán, como, por ejemplo, que la madre de Bobby fue espiada durante muchos años por el FBI.

Un libro interesante; para leer como una novela; que por cierto el material que ofrece no tendría en nada que desdeñar el guión pensado por un imaginativo autor.

Ficha Bibliográfica:

Edmonds(2004), David Edmonds y John Eidinow, "Bobby Fischer se fue a la guerra", Debate , Barcelona, junio 2006, pp.383 Tit.Orig: Bobby Fischer goes to War, Faber & Faber, London, 2004.

miércoles, 21 de febrero de 2007

C.Aydon y la ciencia

Hoy comento un libro de lectura fácil que, sin embargo, aporta cosas útiles a nuestra perspectiva del mundo. Existe un montón de cosas que manejamos o que damos por sabidas y no obstante si nos preguntaran más en detalle no sabríamos que contestar o daríamos una respuesta muy somera. ¿Cómo se calcula el número pi? Seguro que casi nadie sabe ya no como hacerlo sino para que sirve. Alguna vez se supo, pero por falta de uso el conocimiento quedó enterrado ¿Por qué el cielo es azul? Quizá el que tenga hijos pequeños pueda haber sido preguntado por éstos alguna vez, y probablemente la respuesta haya sido muy confusa. ¿Cómo se mide y se pesa la Tierra? y aquí más de uno pondrá los ojos en blanco. ¿Por qué flotan los barcos, si son más pesados que la madera? Bueno, otro tema en el que no habíamos pensado, ni siquiera cuando hicimos aquel crucero por el Mediterráneo. ¿El rayo va hacia abajo, o hacia arriba? ¿Cuántas estrellas hay, y cómo podemos contarlas? ¿Cuál es la diferencia, si la hay, entre “ciencia” y “tecnología”?... y así podría hacer una infinidad de preguntas sobre cuestiones importantes o triviales y casi siempre obtendría un encogimiento de hombros por respuesta.

El autor, Cyril Aydon, Inglaterra, 1933, es colaborador de revistas científicas y escribió, en 2002, una exitosa biografía sobre Charles Darwin.

Este libro, “Historias curiosas de la ciencia”, no responderá a todas las cuestiones que nuestros curiosos hijos puedan hacernos, pero seguro que nos proporcionará un rato agradable, para pensar en cosas que nos son ajenas, aunque a veces muy cercanas; para olvidar las hipotecas y los entresijos de la política nacional. Una especie de cura de reposo, manteniendo, simultáneamente, nuestra inteligencia activa.

Ficha Bibliográfica:

Aydon(2005), Cyril Aydon, "Historias curiosas de la ciencia", Ma non troppo, www.robinbook.com, Barcelona, 2006, pp.253, Tit.Orig: Scientific Curiosity. Everything You Want to Know about Science - But Never Had Time to Ask.

martes, 20 de febrero de 2007

John Lukacs. Hitler y sus biógrafos

Hay libros que tratan no de historias sino de otros libros; son muchos. Y éste es uno de ellos. No es una simple biografía de Hitler, sino un análisis de los biógrafos de Hitler. Una tarea de esta clase obliga a hacer múltiples referencias al personaje tratado; y por lo tanto este libro también es una biografía de Hitler. Para decirlo en pocas palabras: es una biografía de Hitler que se obtiene comparando los análisis de sus diversos biógrafos, más de cien, y algunos otros hechos que están documentados.

Una labor de tal calibre se constituye, inevitablemente, en una crítica a las críticas que a Hitler se le hicieron. Hay diversos sesgos o desviaciones de la verdad; pueden ser por demasiado hostiles (lo que lleva a pensar a Hitler como un personaje único y mítico en su crueldad) o por excesivamente favorables (aceptando algunos de sus prejuicios raciales, por ejemplo, como algo sensato e incluso deseable). Como siempre la verdad está en algún punto intermedio: Hitler no fue un personaje excepcional en nada, y sin embargo reunía algunas características que estaban por arriba de la media; descubrirlas y no ocultarlas es tarea de los historiadores. Tarea difícil sin duda.

Sobre la perspectiva histórica y la manera correcta de proceder del que la aborda escribe Lukacs, en su prefacio, estas reveladoras palabras sobre su intención al escribir este libro:

“No es una biografía de Hitler, sino una historia de su historia y una historia de sus biografías. Este es un cuento sin final, puesto que nuestra perspectiva histórica es siempre susceptible de cambio. No hay razón para dudar de que en los próximos cincuenta años aparecerán más biografías de Hitler y que algunas de sus perspectivas pueden ser relativamente nuevas e incluso valiosas, y no sólo necesariamente por el descubrimiento de algún nuevo fondo documental. En general esto es inevitable, pero no significa que las obras más antiguas sean menos “históricas” que las nuevas; significa simplemente que, en contra de la “ilusión” científica, en la investigación y escritura de la historia no hay resultados definitivos. Además el propósito de la historia a menudo no es tanto una relación definitiva de los acontecimientos de un período, como la descripción y comprensión histórica de algunos problemas: descripción, mejor que definición, y comprensión mejor que omnisciencia; ya que si bien no es posible completar de manera perfecta nuestro conocimiento del pasado, un conocimiento razonable y adecuado de éste entra dentro de nuestras capacidades” (pag.12)

Y es así que John Lukacs va creando una formidable biografía de Hitler en un pequeño librito que, por sus intenciones, podría ser sólo utilizado para consumo académico. El Hitler que emerge es un Hitler muy diferente de la crítica superficial al nazismo. No es en si mismo una persona cruel o tonta; posee inteligencia, voluntad y capacidad para superar problemas complejos. Hitler es capaz de enseñar estrategia a sus generales, y acertar más allá de la pura casualidad (considérese que como carrera militar apenas había alcanzado la graduación de “cabo”). Y no obstante todas estas buenas cualidades, Hitler diseña y dirige el exterminio masivo de etnias enteras, no sólo a los judíos, y además planifica la esclavización de los eslavos como si se tratase del diseño de sus nuevas autopistas que cruzaban todo el país y llenaban de orgullo a los alemanes de la época.

Lo interesante, casi diría “fascinante”, del pequeño libro de Lukacs es el mensaje que todo hombre, incluso si está bien intelectualmente bien dotado, y además posee un sentido artístico por arriba del montón, puede, si sus ideas lo impulsan y además posee la suficiente voluntad, constituirse en un Caín para sus semejantes.

Basta con pensar en la biografía de algunos terroristas que se inmolan matando a decenas de inocentes, para concluir que el fenómeno de Hitler no es otra cosa que la posibilidad de que un hombre creyente, con ideas muy equivocadas, si alcanza el poder supremo puede convertirse en verdugo de millones. Y cuanto más inteligente y humano, en sus cualidades, sea este hombre, más daño hará porque logrará despertar en sus seguidores una confianza ciega y mortal.

Como se escribe en la página 46, refiriendose a Hitler: "...no sólo poseía un talento intelectual muy considerable, también era valiente, seguro de sí, tenaz en muchas ocasiones, leal con sus amigos y con quienes trabajaban con él, autodisciplinado y frugal en sus necesidades materiales... En suma, Dios dotó a Hitler con numerosos talentos y fuerzas y esto es exactamente lo que lo hace responsable de haberlos empleado de modo incorrecto".

Una reflexión que podemos hacer, cuando se leen estas líneas, versa sobre la necesidad tan común de considerar a alguien que hace daño como un ser perverso y diabólico. Esa necesidad de ocultar en el que hace el mal cualquier rasgo positivo; como si la posesión de algo bueno pudiera mermar nuestra capacidad de indignación y rechazo.

Sin embargo la mitificación del líder racista, terrorista o nacionalista como un personaje cruel, fuera de la comunidad humana, es en si misma muy peligrosa. Lleva a considerar que los malos se ven desde lejos, que huelen a azufre y que cualquiera los descubre con una simple ojeada. Y no es así. Lamentablemente no. Los peores pueden ser muy buenos con su perro y su hija, como lo fue Himmler; o pueden creerse realmente que sus crímenes son justificables para el bienestar futuro de la humanidad, como le pasó a Stalin. O que asesinar miles de inocentes es el pequeño coste que hay que pagar para que los musulmanes alcancen la felicidad, como es probable que piense Bin Laden.

Los malos están entre nosotros, y a veces, si indagamos con franqueza, incluso podemos ser nosotros. Todo ello no tiene importancia porque la mayoría no alcanza posiciones de poder; pero cuanto más poder el peligro se incrementa. Y la demonización de ciertos personajes en la historia impide comprender esta simple verdad.

El libro no es de lectura fácil (como una novela), pero no es excesivamente denso y el aparato de notas está al final, lo que permite una relectura posterior consultando las notas que se obvian en la primera para facilitar la comprensión global de las ideas expuestas.

Personalmente lo considero muy recomendable y si se lee antes que las grandes biografías sobre Hitler que están en el mercado (como la de Joachim Fest o la de Ian Kershaw) ayudará mucho a la mejor comprensión de éstas.

Ficha Bibliográfica

Lukacs(1997, John Lukacs, "El Hitler de la Historia. Juicio a los biógrafos de Hitler", Turner. Fondo de Cultura Económica, Colección Noema, Madrid, junio 2003, pp.293, Tit.Orig: The Hitler of History

lunes, 19 de febrero de 2007

J.F.Revel y M.Ricard. El Monje y el filósofo


Un filósofo, y además periodista, ateo charla con un monje budista. El diálogo en sí ya tendría su gracia, pero si además sabemos que es un diálogo entre el padre y su hijo, entre la ilustración liberal por un lado y la ortodoxia budista por el otro, el asunto quizá atraiga a más de uno. Esto debe ser lo que pensaron los editores del libro, y probablemente, acertaron; sobre todo porque el filósofo es Jean-François Revel (ya comentado en estas mismas páginas), un intelectual francés que no tiene (o mejor dicho, “tenía”) pelos en la lengua a la hora de discutir y defender sus opiniones, y el monje es Matthieu Ricard, su hijo, ex doctor en biología molecular, que empezó una prometedora carrera como investigador y al cabo de un tiempo la abandonó para instalarse cerca del Dalai Lama, y allí continúa; aunque acompaña con frecuencia al Dalai Lama en sus viajes en calidad de intérprete.

Un libro que trata de cómo la investigación científica no está reñida con la búsqueda espiritual, según Matthieu y como, a pesar de sus esfuerzos por conciliar posiciones, el filósofo Revel tiene algunas dificultades para aceptar la convergencia racional de ambas posiciones.

El budismo se presenta aquí no como una religión “strictu sensu” sino más bien como una filosofía que es también religiosa, en tanto no rechaza la fe sino que la incluye en su manera de concebir la realidad. Por supuesto es un libro difícil para el lector medio, sobre todo para el que no está ducho en las materias que aquí se tratan. No obstante los participantes del diálogo, celebrado en Hatiban, Nepal, en un lugar cerca de Katmandú, en mayo de 1996, hacen todo lo posible para qué sus discusiones puedan llegar al público profano que se sienta interesado por tales cuestiones.

Un libro valioso para los occidentales y en particular para los europeos de nuestro nuevo siglo. El budismo no por la cantidad de fieles, pero sí por su calidad, es muy atractivo para muchos de esa parte del mundo. No obstante plantea serias dificultades filosóficas si se quiere enfocarlo no sólo como una fe, sino también como una creencia razonable. Dificultades que son aún más evidentes en otras religiones, incluyendo al Cristianismo y el Islam; y quizá por ello el budismo se presenta como la más “digerible” de las religiones para la mentalidad contemporánea. No obstante una religión es una religión y una filosofía es otra cosa… pero esta modesta opinión se ve seriamente cuestionada una vez que el lector ha terminado el libro. ¡Quizá se haga necesaria otra relectura!

Ficha Bibliográfica:

Revel(1997), Jean-François Revel y Matthieu Ricard, "El Monje y el Filósofo", Ediciones Urano, Barcelona, 1998, pp.326. Tit.Orig: Le moine et le philosophe. Nil Editions, Paris. Traducción Juan José del Solar

viernes, 16 de febrero de 2007

Wansee. La Solución Final


La Conferencia de Wansee, un lugar residencial cerca de Berlin, de enero de 1942, es muy poco conocida. Y en esta época donde hasta presidentes de países importantes se dan el lujo de poner en cuestión la realidad del Holocausto merecía ser conocida por todos los habitantes del planeta. Sirvan estas líneas como mi modesto aporte a la cuestión. Para ello no voy a comentar un libro, como de costumbre, sino una película que merece verse como si de leer un libro se tratara. Por suerte puede encontrarse en DVD y es por ello que en la imagen de hoy muestro su carátula. La película está protagonizada por Kenneth Branagh, en el papel de Reinhard Heydrich (que por cierto está tan bien caracterizado que se acerca en mucho a lo que sabemos del personaje representado) y debería tenerse en la biblioteca, como otro texto más, dada su importancia y rigurosidad.

Para describir brevemente que pasó en la citada reunión, transcribiré lo que guardo en mi base de datos sobre el hecho. Son apuntes breves y creo que darán una guía adecuada para visionar la película y comprender mejor a los individuos que participaron en la siniestras decisiones que allí se tomaron:
"El 20 de enero de 1942 se celebró por fin en una gran villa junto al Wannsee la conferencia sobre la "solución final", pospuesta desde el 9 de diciembre. Junto a representantes de los ministros del Reich del interior, de justicia y de los territorios del este, del de asuntos exteriores, de la oficina del plan cuatrienal y del Gobierno General estaban el SS-Gruppenführer Heinrich Müller, fe de la Gestapo, los comandantes de la policia de seguridad del Gobierno General y de Letonia, Slarl Shoengarth y Otto Lange, junto con Adolfo Eichmann (el especialista en deportación de LA RSHA, al que correspondió la tarea de redactar el acta de la reunión). (157)
Habló en primer lugar Heydrich, que explicó que Göring le había asignado la responsabilidad de preparar (una alusión al mandato de julio anterior) "
La solución final de la cuestión de los judíos europeos". La conferencia tenía por objeto aclarar y coordinar las medidas organizativas. (Más tarde se hizo un vano intento de definir la situación de los mestizos “mischlinge” en el marco de los planes de deportación) (158). Heydrich examinó la trayectoria de la política antijudía, luego declaró que "la evacuación de los judíos hacia el este ha aflorado ahora, con el permiso previo del Führer, como otra solución posible además de la emigración". Habló de adquirir "experiencia práctica" en el proceso para "la próxima solución final de la cuestión judía", que incluiría hasta 11 millones de judíos de Europa (extendiéndose, fuera de lo que Alemania controlaba en aquel momento, hasta abarcar Inglaterra e Irlanda, Suiza, España, Turquía y las colonias francesas del norte de África). En ese gigantesco programa de deportación, se peinarían de oeste a este los territorios que se hallaran bajo ocupación alemana. A los judíos deportados se les pondría a trabajar en grandes brigadas de trabajo. Muchos, tal vez la mayoría morirían en el proceso. A los individuos especialmente fuertes y resistentes que sobreviviesen habría que aplicárseles "el tratamiento correspondiente".
Aunque, como testificó más tarde Eichmann, se hablase explícitamente (sin que se reflejase en las actas) de "matar y eliminar y exterminar" (Töten und Eliminieren und Vernichten), (159) Heydrich no estaba organizando un programa existente y definido de matanza en masa en campos de exterminio. Pero la conferencia de Wannsee fue un peldaño clave en el camino hacia el terrible desenlace genocida. Del programa de deportación concebido para la aniquilación de los judíos mediante los trabajos forzados y el hambre en territorio soviético ocupado tras el final de una guerra victoriosa se fue pasando en seguida al convencimiento de que habría que acabar sistemáticamente con los judíos antes de que terminase la guerra... y que su extermino había de producirse no ya en la Unión Soviética, sino en el territorio del Gobierno General. (160).
El que el Gobierno General se convirtiese en la primera zona donde hiciese efectiva la "solución final" lo solicitó directamente en la conferencia su representante, el Secretario de Estado Josef Bühler. Quería que se "evacuase" lo antes posible a los dos millones y medio de judíos de su zona, la mayoría de ellos no aptos para el trabajo, según subrayó. Las autoridades de la zona harían todo lo que pudiesen para ayudar a acelerar el proceso. (161) Las esperanzas de Bühler se cumplirían en los meses siguientes. La matanza regionalizada en las zonas de Lublin y Galitzia se amplió en la primavera a todo el Gobierno General, cuando los trenes de deportados empezaron a conducir su cargamento humano a los campos de exterminio de Belzec, Sobibor y Treblinka. Por entonces, estaba tomando forma rápidamente un programa global de aniquilación sistemática de los judíos que abarcaba toda la Europa bajo ocupación alemana. A principios de junio se había elaborado un programa para la deportación de judíos de la Europa Occidental. (162) El Transporte desde el oeste empezó en julio. La mayoría salió hacia el mayor de los campos de exterminio que estaba en funcionamiento por entonces, Auschwitz-Berkenau, en el territorio anexionado de la Alta Silesia. La "solución final" estaba en marcha. El asesinato en masa industrializado proseguiría sin interrupción. A fines de 1942 habían muerto ya, según los cálculos de las propias SS, cuatro millones de judíos. (165)
Hitler no había participado en la conferencia de Wannsee. Probablemente supiese que se estaba celebrándose, pero ni siquiera eso es seguro. No había ninguna necesidad de que participara. ya había vuelto a indicar en términos inequívocos en diciembre de 1941 cuál debería ser el destino de los judíos, ahora que Alemania estaba ya involucrada en otra guerra mundial. Por entonces habían desarrollado ya un impulso propio iniciativas de matanza locales y regionales. Heydrich estaba más que satisfecho de poder valerse de la carta blanca que le había dado Hitler para las deportaciones al este para ampliar las operaciones de matanza hasta convertirlas en un programa global de genocidio de alcance europeo."
Llamadas:
(157) Lo que sigue está tomado de las actas de la conferencia: Longuerich, Ermodung (...) Véase los comentarios de Eichmann sobre las actas durante su interrogatorio en Jerusalén en 1961 (...)
Nota 1: Es importante el texto de Christian Gerlach, "Die Wansee-Konferenz, das Schiksal der deutschen Juden un Hitlers politische Grundsatzentscheidung, alle Juden Europas zu emorden", en Werkstattgeschichte, 18, 1997, pp. 7-44. (ver el texto del que se extrae este fragmento, Pág. 1021)
Nota 2: RSHA, Reichssicherheitshauptamt (Dirección General de la Seguridad del Reich), fundada en 1939 y de la que dependían la Gestapo, la Kripo, etc.). Ver: R.Bellately, "No sólo Hitler", Crítica, Barcelona 2002, Pág. 357)

Participantes en la Reunión y su de destino posterior:
Heydrich, Reinhard Teniente General. Halle 1904- Praga 1942). Jefe de policia alemán. En 1932 se adhirió al partido nazi, y se convirtió en ayudante de Himmler. En 1933 era el jefe de la policía de Munich; presidió la purga de junio de 1934. Fue el jefe de toda la policia alemana (1934) hasta que, en 1940, quedo como comisario general de la Gestapo en los territorios ocupados. Sucedió a Von Neurath (1941) como protector del Reich en Bohemia y Moravia, donde fue muerto por patriotas checos. Según el documento de Martin Luther presidió la conferencia de Wansee donde se decidió el procedimiento a seguir en la Solución Final judía.

Eichmann, Adolf Lt. Coronel Capturado por israelíes en 1960, en la Argentina, fue juzgado y colgado en Jerusalén, marzo 31 de 1962. Participó como ayudante de Heydrich en la conferencia de Wansee

Bühler. Dr. Joseph Arrestado en 1945 por crímenes contra el pueblo polaco. Ejecutado en agosto de 1948 en Cracovia. Polonia.
Freisler. Dr. Roland Murió en raíd aereo, febrero 1945.

Müller, Heinrich Jefe de la Gestapo. Murió en el bunker de Hitler el 29 abril de 1945.
Hofman, Otto General Arrestado en 1945. Sentenciado a 25 años por crímenes de guerra Cumplió 6. Murió en 1982.
Kloopfer. Dr. Gerhard Arrestado en 1945 por crímenes de guerra absuelto por falta de evidencias. Trabajó después como asesor fiscal. Murió en 1987 (en la película aparece como miembro del partido, delegado de Bormann).
Kritzinger. Dr. Wilhelm Arrestado en 1945 por crímenes de guerra Se declaró avergonzado de las atrocidades nazis. Liberado, muerto en 1947.
Lange, Mayor Rudolf Murió en combate en febrero 1945, en Poznan, Polonia.

Leibrandt. Dr. Georg Arrestado en 1945 por crímenes de guerra Absuelto por falta de evidencias. Trabajó en el Instituto Cultural Americano. Murió 1982.
Luther, Martin Enviado al campo de concentración de Sachsenhausen en 1944 por conspirar contra su superior von Ribbentropp. Murió de un ataque al corazón en 1945. A su minuta se debe que quede una constancia de esta reunión
Meyer. Dr. Alfred Suicidio en la primavera de 1945.

Neumann, Erich Arrestado por crímenes de guerra en 1945. Absuelto por falta de evidencias en 1948. Murió el mismo año.
Schöngarth, Karl Coronel Acusado en 1945 por corte militar británica por programas de terror. Ejecutado en febrero de 1946.
Stuckart,Wilhelm Dr. Arrestado en 1945 por crímenes de guerra Sentenciado en 1949 (tiempo cumplido). Murió en accidente de tráfico en 1953.

Ficha Bibliográfica:

DVD, Kennetgh Branagh y Stanley Tucci, “La Solución Final”, Nacionalidad: USA, Duración: 95 minutos. Big Time Pictures HBO, Tit.Orig: Conspiracy.

Lebor y los banqueros de Hitler


Los suizos tienen buena fama, sus relojes muy precisos, sus ciudades muy limpias, sus vacas relucientes… dan la impresión de ser un país de película, vamos, ¡de no ser de este mundo! Pero los suizos tienen, también, su lado oscuro: son humanos; y por lo tanto susceptibles de codicia, rapiña y olvidos interesados. Al fin de cuentas, como en una especie de ley de compensaciones, la extrema pulcritud por un lado se corresponde con la extrema inmoralidad por el otro. Y este libro que hoy comento trata de ese lado siniestro de un país, por demás atractivo en muchos otros aspectos de la vida cotidiana.

El libro tiene como subtítulo: “Cómo Suiza se aprovechó del genocidio nazi” y justamente trata de esos tratos non sanctus entre los banqueros suizos y la jerarquía nazi. ¿Por qué los nazis, otrora tan poderosos, necesitaban de un pequeño país neutral como Suiza? La respuesta está, entre otras, en la página 88 del texto: “…los francos suizos que recibían los nazis por el oro eran aceptados universalmente como una divisa fuerte, pues otro países eran reticentes a la hora de aceptar las barras de oro nazis.” ¿Y por qué muchos países sentían ese rechazo a algo tan valioso y a la vez tan neutro como el oro en barras? Simplemente porque era un oro robado, robado a los países invadidos, robado a las empresas y particulares alemanes confiscadas por su origen judío, robado, en última instancia –aunque no todos lo sabían, si se sospechaba- a las víctimas de los campos de concentración. Era oro de origen siniestro y por lo tanto para pagar las importaciones de material estratégico de Portugal, España, Rumania y otros países, los francos suizos resultaban mucho mejor recibidos.

En pocas palabras, los banqueros suizos se prestaban a lavar el dinero sucio nazi, a cambio de suculentas comisiones.

Pero no sólo eso, hay mucho más. Muchos judíos depositaron sus ahorros en bancos suizos antes de la guerra y el Holocausto: “Siglos de persecuciones y de pogromos en países como Polonia y Rusia, y un antisemitismo institucionalizado en Hungría ya habían persuadido a los judíos de la Europa oriental de que sus depósitos estaban bastante más seguros en Suiza, lejos de los inestables regímenes que podían, en cualquier momento, apropiarse de ellos. Además, sabían que si llegaba el día en que tenían que salir huyendo, no tendrían tiempo para negociar con la burocracia bancaria. Suiza parecía un santuario aislado en un continente en guerra…” (pág.30)

Y así sucedió como cuantiosos recursos afluyeron hacia los bancos suizos por su garantía de honradez y seguridad. No obstante luego, cuando llegó la persecución implacable, gran parte de esos depositantes desaparecieron en la noche y en la niebla del exterminio masivo, y sus herederos, aquellos pocos que quedaron, no tuvieron papeles ni nada oficial con qué demostrar la suerte de sus parientes. El régimen nazi no daba certificados de defunción, por supuesto. Así que sucedió que luego de la guerra grandes masas de dinero estaban depositadas en estos bancos con titulares desaparecidos… ¿y que hicieron los serios banqueros que administraban la solvente y famosa banca suiza? Pues… miraron para otro lado. Como dice el mismo texto un poco más adelante: “…los guardaron (los depósitos de los judíos) tan celosamente que durante décadas han rehusado devolverlos, con una clara actitud obstruccionista, mientras han seguido sacando provecho de una inyección libre de capital en sus bancos, capital depositado de buena fe por los judíos que tenían miedo de perecer, pero que conservaban la esperanza de que sus parientes, por lo menos, pudieran sobrevivir y heredar su riqueza. Las leyes del secreto bancario, promulgadas en 1934 –en parte para proteger los depósitos de dinero judío en los bancos suizos-, se han vuelto, por un giro macabro, contra los sobrevivientes de los tenedores de los depósitos, al evitar que vuelvan a ellos los fondos de las victimas del Holocausto. No se expedían certificados de defunción en Auschwitz, pero, con el más despiadado retorcimiento de la burocrática mentalidad de los banqueros suizos, sus empleados aún requieren a los familiares de las víctimas del Holocausto que intentan reclamar la riqueza de sus padres o de sus abuelos que presenten pruebas escritas de la muerte de éstos.” (Pág.30-31).

El libro, está actualizado, hasta 1997, y detalla las últimas reclamaciones y los acuerdos parciales, de fin de siglo, que han logrado que una proporción de estos fondos depositados hayan sido devueltos, pero aún quedan importantes flecos y sobre todo la sensación de aprovechamiento inmoral que la banca suiza hizo de hechos terribles por todos conocidos y documentados.

No obstante el autor no se olvida de señalar los aportes que hicieron ciudadanos particulares suizos para defender a las víctimas de la represión que lograron, por diversos medios, trasladarse al territorio suizo; pero el objetivo central del libro consisten en detallar las principales operaciones que, como balance final, hicieron de Suiza un importante peón en la estrategia nazi de dominio de Europa.

Ficha Bibliográfica:

Lebor(1997), Adam Lebor, "Los banqueros secretos de Hitler. Como Suiza se aprovechó del genocidio nazi", Ed. Grijalbo, Barcelona, 1998, pp.317, Tit.Orig: Hitler's Secret Bankers, Pockets Books, London 1997

jueves, 15 de febrero de 2007

A.Beevor. Stalingrado

Stalingrado, la ciudad de Stalin, es famosa por la batalla que se libró en ella durante la Segunda Guerra Mundial. Diversos autores opinan que fue el punto de inflexión de la guerra; el momento y el lugar donde se detuvo la maquinaria bélica alemana, hasta el momento victoriosa e imbatible, y empezó la cruel cuesta abajo del III Reich. Fue, en pocas palabras; el principio del fin.
Anthony Beevor, ya citado en este blog por otro libro, narra la épica desde la óptica de ambos bandos, y para ello se apoya en su investigación sistemática de los archivos rusos y alemanes; además de las entrevistas que hace a los sobrevivientes. No obstante no es un libro árido ni fragmentado, tiene el ritmo de una novela y se lee con interés que no decae hasta que se termina la última página.
La crueldad de la batalla que duró seis meses ha sido reflejada en el cine, pero el texto escrito no puede ser superado por la gran pantalla a pesar de sus medios visuales y sonoros, tanto por la información que contiene (“Las autoridades soviéticas ejecutaron alrededor de 13.500 de sus propios soldados, cifra equivalente a más de una división completa de tropas” (prefacio)” cuanto por el acercamiento humano que un buen escritor es capaz de lograr (“Un soldado desconocido se sintió motivado a escribir una nueva versión de una canción popular: A la luz de una linterna/en la casita/me siento todas las noches/buscando un piojo…” (Pág. 258).
Beevor escribe para todos los públicos y toca temas que, incluso ahora, son tabú para gran parte de la población rusa (las autoridades actuales siguen dudando entre la verdad histórica y las proclamas patrióticas). Un ejemplo de lo dicho se encuentra en la descripción de los “hiwis” los rusos que lucharon codo a codo con los alemanes y cuya existencia es repudiada o incluso minimizada por los autores de la época: “La crueldad casi increíble del sistema soviético explica amplia, aunque no totalmente, por qué tantos antiguos soldados del Ejército Rojo lucharon por el bando alemán. En Stalingrado, las divisiones de la línea del frente del VI ejército tenían 50.000 ciudadanos soviéticos con uniforme alemán. El hambre había obligado brutalmente a algunos a servir en los campos de prisioneros; otros eran meros voluntarios. Durante las batallas finales, muchos informes alemanes dan testimonio del valor y lealtad de estos “hiwis”, que lucharon contra sus propios compatriotas. No es necesario decir que la desconfianza de la NKVD de Beria llegó al frenesí cuando descubrió la dimensión de la deslealtad” (prefacio)
En suma, otro de los apasionantes libros de Anthony Beevor que recomiendo a todo aquel que quiera enterarse un poco más de los principales hechos del siglo pasado.
Ficha Bibliográfica:
Beevor(1998), Anthony Beevor, "Stalingrado", Crítica. Memoria Crítica, Barcelona, 2000. pp. 452, Tit.Orig. Stalingrad

martes, 13 de febrero de 2007

Daniel Kehlmann mide el mundo


Daniel Kehlmann lleva cuatro novelas con casi 30 años de vida. Si contamos que la primera década y parte de la segunda es muy difícil que se hubiera ocupado de este menester, nos queda que ha escrito mucho últimamente. Y por lo que parece con provecho. “La medición del mundo”, según dicen las revistas especializadas, ha sido un éxito de ventas en su país, cerca de 700.000 lectores y yo también caí en ella, no porque sea un éxito (más bien rehuyo estos trucos publicitarios que suelen esconder una literatura muy superficial) sino porque el tema me interesaba: trata de la vida y milagros de Carl Friedrich Gauss (sí, el creador de la curva estadística en forma de campana que también se la denomina con su apellido) y del naturalista y explorador Alexander von Humboldt, (al que todos conocen aunque más no sea por la corriente que lleva su nombre y que baña las costas del pacífico de América del Sur).

Pues bien, el libro no me desilusionó. Se lee con mucho placer y hasta diría que no parece alemán, por su humor, sino fuera que estoy más allá de los estereotipos sobre nacionalidades.

Poco sabía de Humboldt, y menos aún de Gauss, por lo que me entusiasmó la narración que, además, incluye sabrosos detalles sobre la vida a principios del siglo XIX: el encuentro de los dos científicos en 1828, o la curiosa forma de percibirse de la reciente nación norteamericana, aunque ya apuntaba más allá, según puede leerse entre irónicas líneas.

Este libro ha sido finalista al premio del Libro Alemán del 2005 y, según leo, la sociedad Humboldt no quedó muy satisfecha como Kehlmann pinta a su héroe. El se defiende contestando que al fin de cuentas escribió una novela y no una biografía, y que por lo tanto incluyó anécdotas inventadas, aunque acota, que no son precisamente las más raras.

Dejando de lado entonces las pequeñas cosas de la vida cotidiana, y aceptando que es una recreación libre e imaginativa, me parece una buena y agradable introducción a la figura de dos genios del siglo XIX. Una manera placentera de aprender; que, considero, es la mejor de todas.

Ficha Bibliográfica:

Kehlmann(2005), Daniel Kehlmann, "La Medición del Mundo", Maeva, Madrid, 2006, pp.221, Tit.Orig: Die Vermessugn der Welt

viernes, 9 de febrero de 2007

Beevor. París

Anthony Beevor es un escritor muy conocido. Sus libros de historia se han vendido en todo el mundo. Su pasado de militar, oficial del ejército británico, y su residencia en Francia, donde obtuvo el galardón de Caballero de las Artes y las Letras otorgado por el gobierno de este país, lo habilitan para escribir sobre un tema entrañable a los hispanohablantes, el período de post guerra en la Francia liberada. Una época confusa de colaboracionistas castigados y resistencia que emergía escindida ideológicamente. La época de Sastre, Camus, Malraux, Hemingway, Picasso, García Márquez, el existencialismo, el poderoso y omnisciente partido comunista francés, el Plan Marshall, De Gaulle, las purgas salvajes, el inicio de la guerra fría; en fin, todos los personajes conocidos y míticos que pueblan el imaginario de las personas cultas que aún se mantienen con vida.

En este libro Beevor se asocia a su esposa, Artemis Cooper, la cual tampoco es manca para escribir. Además de diversas publicaciones cuenta con la baza de su abuelo, primer embajador británico en París luego de la guerra, y por lo tanto en este libro se han utilizado sus diarios privados y papeles inéditos que permiten mostrar hechos hasta ahora poco conocidos.

Un aspecto intrigante, descrito en el libro, fue la rapidísima recuperación cultural francesa luego de la ocupación nazi y la colaboración de parte de la sociedad francesa con la ideología invasora. Como cuentan los autores en el prólogo: “Desde un principio nos ha intrigado otro aspecto de esta historia: de manera casi inmediata tras la ignominia de la ocupación, y en medio de la dilapidación y la pobreza de 1945, a París apenas le costó difundir su posición de superioridad cultural. La agitación de las ideas provocada en Saint-Germain-des-Prés tras la represión engendró un entusiasmo extraordinario con independencia del hambre que pudiesen haber pasado durante la ocupación los habitantes del barrio. El que nos ocupa fue el período con el que aún sueña todo estudiante extranjero que pasea por el Quartier Latin, partiendo del Café Flore o el Deux Magots, mientras trata de evocar las discusiones que entablaron los existencialistas en las cafeterías o la imagen de Juliette Gréco entre el humo condensado en algún local abierto en un sótano. París era a la sazón la Meca intelectual del mundo, si bien el sentido de superioridad favoreció la aparición de una soberbia desmesurada cuando la elite intelectual progresista comenzó a considerarse una casta sacerdotal en el ámbito de la causa que defendían los teóricos de izquierda.” (pág.VIII).

Otro tema que también trata el libro y que quizá sea el que más nos toca en la actualidad es el surgimiento de la relación de amor-odio entre Francia y EEUU. Esta situación de aceptación de los productos culturales yankis por un lado, sobre todo en la juventud del momento, como el rechazo que en los intelectuales de izquierda origina la potencia dominante de EEUU tomó en esa época sus signos más distintivos y tuvo consecuencias duraderas que no se han atenuado: una ambivalencia siempre contestataria que ha encontrado en los movimientos radicales islámicos un paradójico sustituto de la ideología de izquierda socialista en la que los intelectuales franceses y sus imitadores, especialmente latinoamericanos, se atrincheraban.

Un libro bien hecho. Útil para quien busque profundizar en una época ya finita, pero que es el inmediato antecedente de la actual. Ahora le toca a los nietos de aquellos defenderse de otros peligros e intentar construir una cultura quizá menos utópica pero en cualquier caso deudora de los aportes de los hombres y mujeres en las difíciles circunstancias de la reconstrucción de Europa en la post guerra.

Para terminar no viene mal transcribir una reflexión que se encuentra en la página 169:

“La dictadura de la clase intelectual progresista de posguerra constituye un fenómeno fácil de explicar, pero difícil de justificar. Desde que los enciclopedistas de mediados del siglo XVIII alentaron la idea de que los pensadores debían guiar a las masas a la salvación, las posturas revolucionarias y anticlericales han generado su propia forma de arrogancia espiritual. El jacobinismo, verbigracia, no sólo ensalzaba la convulsión política y dotaba así a la violencia de cierto halo romántico, sino que consideraba la Revolución como una entidad con vida propia: un monstruo terrible al que había que adorar.”

Ese “monstruo” sigue existiendo aunque con distintos ropajes. En cualquier caso siempre se trata de lo mismo: se convierte una idea en una entidad material y suprapersonal, y a partir de allí se intenta subordinar la vida de un pueblo a los dictados de ésta, interpretados por una cohorte de sacerdotes que interpretan los gestos mudos de la supuesta entidad. La “nación”, la “patria” o la “religión” son los monstruos que más se prestan a esta tarea de dedificación. Sin embargo no son los únicos; por lo tanto toca a nuestra generación discriminar entre tantas cosas nuevas, los viejos signos del paternalismo totalitario.

Ficha Bibliográfica:

Beevor(1994), Antony Beevor y Artemis Cooper, "Paris. Después de la liberación: 1944-1949", Crítica, Colec.Memoria, www.ed-critica.es, Barcelona, 2003, pp.385, Tit.Orig: Paris after the Liberation: 1944-1949.

jueves, 8 de febrero de 2007

Ray Monk. Wittgenstein

El texto que hoy comento trata sobre un filósofo genial, Ludwig Wittgenstein y su trayectoria vital, desde su aristocrático hogar infantil, en Viena, hasta su muerte, en 1951 en Inglaterra, pocos días después de completar unas líneas de su libro, “Sobre la certeza”, con plena conciencia de que su próximo deceso.

Wittgenstein dejó honda huella en la filosofía a pesar de no haber publicado en vida nada más que un pequeño librito, el Tractatus Logico-Philosophicus, y una modesta crítica de un libro de lógica (aparte de un diccionario, abajo comentado, que no apareció con su nombre). No obstante ello su fama se extendió por todo el mundo y conquistó una cátedra en Cambridge alcanzando por los pelos las condiciones académicas necesarias para ello. Un apaño en el que su mentor Bertrand Russell y su amigo John Maynard Keynes, tuvieron mucho que ver. Sin embargo W. jamás se adhirió a la enseñanza universitaria y posteriormente renunció a su cátedra al juzgar que no tenía mucho más que decir y no era cosa de repetirse. Una originalidad para nuestra clase universitaria que no tiene ningún empacho en reincidir una y otra vez en sus tópicos.

Otra excentricidad inigualada, hasta ahora, consiste en abandonar el ambiente universitario, luego de escribir su Tractatus en las trincheras de la Primera Guerra Mundial (un lugar obviamente muy poco apropiado para tal menester), para enseñar como maestro de primaria en un perdido pueblo de los Alpes austriacos. Fue allí donde escribió un diccionario de la lengua alemana para uso escolar, adoptado luego por las autoridades pedagógicas de la región.

La vida y la muerte de Wittgenstein muestran una conducta insobornable que asombra en este mundo acomodaticio en el cual tener un puesto seguro y una renta estable es el colmo de las ambiciones de la mayoría. Algunos se escapan de esta norma, pero no desarrollan una orientación filosófica que conmueva a los profesionales de la filosofía como lo hizo Wittgenstein. Evidentemente para todos es posible ser original y creativos, pero muy pocos logran, además, que el producto de tal trabajo deje admirados a sus contemporáneos.

Wittgenstein fue inflexible consigo mismo, igual que con sus discípulos y con sus colegas. Su carácter no era próximo a la negociación ni a los compromisos en las cuestiones que le importaban. Visto desde esta perspectiva se comprende lo que escribió poco antes de morir:

Puede que Dios me diga: “te juzgo a partir de tus palabras. Tus propias acciones te han hecho estremecer de disgusto cuando has visto que otros las cometían.” (pág.522)

El libro muestra una cuidadosa investigación sobre la vida de W. y su trabajo filosófico. Lo considero imprescindible para entender los cambios en su pensamiento y el hilo conductor a través de estas modificaciones: su búsqueda implacable de la verdad sin enredarse en las múltiples trampas que el lenguaje nos tiende a cada paso.

El libro, entonces, cumple un doble propósito: ponernos al día de la vida y avatares de un filósofo importante del siglo XX y, simultáneamente, proporcionarnos una guía de lecturas y un inicio de comprensión de su filosofía.

Un ejemplo de lo último podría ser este análisis de Monk que transcribo para beneficio de todos los que siguen esta reseña:

“Comprender el humor, al igual que comprender la música, nos proporciona una analogía para comprender la concepción que Wittgenstein tenía de la comprensión filosófica de las cosas. Comprender no es descubrir hechos, ni extraer inferencias lógicamente válidas de premisas aceptadas –ni, menos aún, construir teorías-, sino que consiste en adoptar el punto de vista adecuado (desde el cual “ver” el chiste, oír la expresión de la música o ver la manera de salir de la niebla filosófica). Pero ¿cómo explicamos o enseñamos lo que queremos decir con el “punto de vista adecuado?” (Pág.480)… y no sigo con la respuesta que proporciona el mismo Wittgenstein porque ocupa media página y además tendría que seguir, luego con el comentario de Monk… y así de seguido; creo que resulta más práctico que el lector lo adquiera y lo lea por su cuenta.

Para terminar considero que el libro se lee sin dificultad, aunque con la necesaria tranquilidad y reflexión que demanda uno de estas características (no es una novela). Resumiendo: como biografía, ayuda a los que se interesan particularmente por la obra del filósofo y, lo que también importa, como esfuerzo de divulgación me parece excelente.

Ficha Biblográfica:

Monk((1990), Monk, Ray, "Ludwig Wittgenstein. El deber de un genio", Anagrama, Biblioteca de la memoria Traducción de Damián Alou, Barcelona, 2da.Edición, 1997, Tit.Orig: Ludwig Wittgenstein. The Duty of Genius, Jonathan Cape, London, 1990

miércoles, 7 de febrero de 2007

Simon Winchester. El profesor y el loco


El Oxford English Dictionary es muy importante en la lengua inglesa. Ha sido denominado una obra clave en una lengua que es la primera del mundo y que no tiene una "Academia" que centralice y organice las palabras y sus significados, a la manera de la francesa o la española.
El OED fué una obra gigantesca y tardó alrededor de 50 años en confeccionarse; además fue una obra colectiva ya que se necesitaron miles de voluntarios que desde todas partes del mundo ofrecieron su aporte.
El libro trata de esta obra, pero desde un ángulo muy peculiar. Resulta que uno de los más importantes colaboradores de esta obra... era un preso; habia llegado a ese estado por homicidio provocado, según los datos de la época, por una paranoia que no lo abandonó en toda su vida. Sin embargo tenía períodos lúcidos y éstos fueron aprovechados de peculiar manera para aportar su intensa labor lexicográfica al citado diccionario.
Un libro muy interesante que merece ser leído por una variedad de lectores, con intereses, incluso, muy dispares.
Ficha Bibliográfica:
Winchester(1998). Simon Winchester, "El profesor y el loco", Debate, Madrid, 1999, pp.262, Tit.Orig: The professor and the Madman.

lunes, 5 de febrero de 2007

Albert Speer y sus Memorias.


Albert Speer es con mucho el personaje más interesante del III Reich nazi, luego de Hitler. No obstante su suerte fue mucho mejor, no se suicidó, no lo ahorcaron como a otros dirigentes principales, sólo fue condenado a 20 años de prisión y en la cárcel escribió sus memorias, donde toma adecuada distancia respecto de su führer.

Speer fue un muy capaz, y además un gran “encantador de serpientes”; no sólo encandiló a Hitler sino también a los aliados, una vez derrotada Alemania. Todo eso con ser el que dirigió la industria armamentística de los últimos años de su país, y por lo tanto fue el responsable directo de la resistencia del régimen y de todos los asesinatos que se cometieron, por su prolongación, en ese tiempo (asesinatos y crueldades que no fueron menores que las de otras épocas sino comparativamente mucho mayores).

Amigo íntimo de Hitler, confidente de la que fue después su mujer, con acceso directo al más privado círculo de las amistades de los jerarcas nazis, resulta increíble (vista la situación con ojos de principios del siglo XXI) que este hombre haya salido tan bien parado de la contienda donde su patria termino asolada e invadida completamente por los aliados.

Speer murió recién en 1981 y fue el único gran dirigente nazi que tuvo oportunidad de observar el mundo posterior a su mundo. Preso en Spaundau hasta 1966, fue liberado y vivió tranquilamente sus últimos años. Si Dios no lo castigó a posteriori, sería el ejemplo perfecto de que los malos, si son inteligentes y tienen don de gentes, pueden prosperar perfectamente en este planeta; y si pierden, se van unos años a la sombra… y a escribir sus memorias como un buen patriarca.

De todas maneras tengo que aclarar que estas reflexiones las hago luego de haberlas leído y haber superado la sensación de franqueza y hasta ¡humanidad! que contienen. Es una crónica de la locura nazi hecha desde adentro con cariño, y sorteando perfectamente toda implicación personal, ya que a un arquitecto primero y ministro de armamento después no se lo puede pedir otra cosa que ser eficaz en su tarea; sin odio ni rencor, como si se tratara de dirigir una gigantesca ONG.

Un hombre que hace una severa contrición de sus pecados: “Siempre consideré una virtud en extremo deseable ser capaz de ver la realidad y no dejarse llevar por ideas delirantes. No obstante, cuando reflexiono sobre mi vida antes de ingresar en prisión, veo que en ningún momento me libré de las visiones engañosas” (Pág.529) Estoy seguro que de haber estado en ese momento en su compañía, habría meneado la cabeza comprensivamente y quizá hasta lo habría acompañado con un “suele sucedernos estas cosas ...”.

Si uno no mantiene una atención vigilante sobre la clase de visiones que en la época se alimentaban, se comprende perfectamente que el pobre Speer, un hombre listo y dedicado a su vocación, haya, como tantos alemanes, caído en las redes de su maligno führer.

Otro pequeño fragmento de sus memorias: “Tanto Hitler como nosotros, teníamos la esperanza de que la nueva arma, la V 1, causaría terror y confusión en el campo enemigo. Sobrestimábamos su efecto. La verdad es que yo sentía cierta prevención por la escasa velocidad de estas bombas volantes, por lo que aconsejé a Hitler que sólo permitiera que se lanzaran cuando hubiera nubes muy bajas” (Pág..641) y unas páginas más allá selecciono este otro: El 11 de noviembre tuve que añadir un nuevo aviso de alarma a mi memoria sobre las carencias de la industria del carburante: hacía más de seis semanas que el territorio del Ruhr se encontraba prácticamente incomunicado. Escribí a Hitler que “dada la estructura económica general del Reich, resulta evidente que, a la larga, la pérdida de la zona industrial de Renania y Westfalia sería insoportable tanto para la economía alemana como para continuar con éxito la guerra […] Varias fabricas de armamento de importancia capital se encuentran al borde de la paralización y en las presentes circunstancias no existe posibilidad de evitarlas”.

Añadí que, como el carbón ya no podía ser transportado al resto del territorio del Reich, las existencias con que contaban los ferrocarriles disminuían rápidamente, las fábricas de gas amenazaban detenerse, las de aceites y margarinas tampoco podrían seguir trabajando y hasta las entregas de coque a los hospitales eran insuficientes”. (Pág..743).

Como se puede ver, el ministro Speer estaba en todo, y advertía sensatamente que las posibilidades de continuar la guerra se estaban agotando. Esto lo escribía mientras esas mismas fábricas trabajan con mano de obra esclava, que moría rápidamente y con la misma velocidad era sustituida; los campos de exterminio trabajan a pleno y las zonas invadidas seguían siendo expoliadas brutalmente. Pero el Sr. Ministro no veía nada, a pesar de viajar por toda Alemania constantemente, y se limitaba a informar que las cosas no iban bien, y que era muy probable que fueran peor.

Sin embargo sus memorias son tan inteligentes como lo fue, seguramente, su autor; y uno se deja arrastrar por la historia narrada en directo, sin darse cuenta. Al final el lector se alegra de que Speer se haya salvado, casi sin darse cuenta de lo que siente. Y hasta la pena de 20 años parece una enormidad. Por eso me obligo a escribir este largo comentario; no sea cosa que el lector desprevenido sea cogido por el “Síndrome de Estocolmo” y termine pensando que, al fin de cuentas, existieron personas capaces y decentes en algún escalón del Estado Nazi.

Ficha Bibliográfica:

Speer(1969, Albert Speer, "Memorias", Edit. El Acantilado, Barcelona, 1ra. edic. noviembre del 2001, 2da. reimpresión abril de 2002, pp. 932, www.elacantilado.com, Tit.Orig: Erinnerungen. 1969 by Ullstein Buchverlage GmbH & Co.

domingo, 4 de febrero de 2007

Dichos y proverbios del mundo clásica


“Est natura hominum novitatis avida” (Plinio, Historia Natural 1,5,3)

La naturaleza humana es ávida de novedad, escribía Plinio hace mucho tiempo. Y sigue siendo aplicable esta cita al presente. Pero también “Omnia vertuntur” (Propercio 2,8,7), es decir “todo gira” como decía Propercio, y lo viejo puede ser nuevo o resultar estimulante. Hay gente que le gusta citar a los antiguos, muchos más resultan impresionados por una cita de los antiguos; y en conjunto forman un grupo que abarca la mayoría de la población. La misma gente que se queda fascinada por el último Ipod también puede admirarse frente a un razonamiento que proviene del fondo de los siglos.

Así que el arte de citar a los antiguos, incluyendo al medioevo, no sólo no morirá sino que seguirá con buena salud mientras nuestra civilización no se extinga definitivamente.

El libro Aurea Dicta está prologado por Enrique Tierno Galván y sus reflexiones merecen pensarse. Yo aquí sólo anoto la siguiente: “Si preguntásemos a un tapicero qué es un tapiz sin nudos, la respuesta sería “nada”, y algo semejante puede decirse del saber: cuando carece de dichos o dicta, es nada o casi nada.

El libro está dividido en 64 capítulos. Cada uno toca un tema: el tiempo, la muerte, la amistad, el amor, la ira, la ambición… y así hasta tocar prácticamente todas las acciones y pasiones humanas. Su uso está facilitado grandemente por un índice alfabético final. También incluye un apéndice de locuciones latinas de uso corriente.

Es un libro para usar, y para hojear sin prisa y es muy posible que en ese menester nos pasemos más tiempo del previsto. En cierta forma es un compendio de opiniones que resumen la experiencia de la humanidad, por este lado del planeta (Roma, Grecia y Edad Media). Leyéndolo podemos darnos cuenta de dos cosas: que algunas han cambiado bastante, y otras… nada.

Ficha Bibliográfica:

Valentí(1987), Selección de Eduard Valent, "Aurea Dicta.Dichos y proverbios del mundo clásico" , Crítica, Barcelona 2004, Introducción de Enrique Tierno Galván, (1ra. Edición en rustica, 1987), pp.498

sábado, 3 de febrero de 2007

Koestler. Autobiografía


Arthur Koestler nació en 1905, el año del primer levantamiento abortado contra el Zar Nicolás II de Rusia, y murió en 1983, en París, suicidándose con su esposa. Fue el año en que un Boeing 747 de Corea del Sur es abatido por cazas soviéticos, cerca de la isla de Sajalin, y mueren 269 personas.

Un período de tiempo prolongado que incluye las dos guerras mundiales, la guerra civil española, y la guerra fría post 1945. Una época que Koestler vivió como escritor, científico, periodista y político militante.

Como miembro del partido comunista alemán (aunque era húngaro de nacimiento) luchó contra el régimen de Hitler, viajó a la Unión Soviética de Stalin y fue condenado a muerte por las tropas franquistas (liberado después por un canje de prisioneros). Es de destacar que aquí, luego de su viaje a la URSS defendió públicamente al POUM, el Partido Obrero de Unificación Marxista, de la acusación de traición que le hizo el Partido Comunista Español, en esa época tan estalinista como el soviético. Como no era expulsado, a diferencia de otros militantes, por su fama internacional, tuvo él que tomar la determinación de dimitir de un partido del que hacía rato era testigo de sus grandes traiciones a otros grupos de la izquierda. También, posteriormente, estuvo en un campo de prisioneros en Francia, en 1940 y desde allí se escapó a Gran Bretaña donde publicó parte de su obra.

Esta obra, se divide en dos volúmenes. El primero abarca el período desde su nacimiento hasta 1931, cuando ingresa en el Partido Comunista. El segundo desde esa fecha hasta 1940. Son de lectura muy agradable (no en vano trabajó como periodista).

Para quién se interese por la historia contemporánea, en particular europea, este libro no debe faltar en su biblioteca.

Ficha Bibliográfica:

Koestler (1952), Arthur Koestler, "Autobiografía. Volumen 1. Flecha en el azul", Editorial Debate, Madrid, nov 2000, pp. 303; Tit.Orig: Arrow in the Blue. Nota: La fecha (...) es de cuando A.K. termina este primer volumen, según figura en el epílogo. Esta edición española no tiene datos de la edición original de la que es traducción. A.K 1905-1983.

Koestler(1953), Arthur Koestler, "Autobiografía. Volumen 2. La escritura invisible", Editorial Debate, Madrid, noviembre 2000, pp. 478, Tit.Orig: The Invisible Writing"

viernes, 2 de febrero de 2007

Simon Singh y los Códigos Secretos


¿A quién le interesa la criptografía? Respuesta inesperada: a todos.

Por supuesto que la mayoría de la gente no está envuelta en redes de espionaje o cosas peores, pero dada la importancia de Internet, a todos nos interesa que nuestras comunicaciones con los bancos y otras instituciones sensibles no sean objeto de curiosidad malsana o de simple vandalismo.

Desde la época de los antiguos griegos, donde se hacía rasurar la cabeza de alguien para escribir allí un mensaje, esperar que le crezca el pelo y enviarlo hacia su objetivo, para volver a realizar la operación inversa (volver a raparlo y leer en su cabeza) ha transcurrido mucho tiempo, y las cosas se han acelerado una barbaridad. No obstante el problema principal: enviar un mensaje seguro, sigue siendo el mismo.

Simón Singh cuenta el largo proceso de los códigos y sus secretos; proceso que aún no ha terminado ya que no se ha encontrado la manera de encriptar un texto y que éste sea absolutamente irrompible.

De lectura amena, ideal para antes de irse a dormir… y soñar con angelitos que intercambian mensajes y nadie se entera.

Ficha Biblográfica:

Singh(1999), Simon Singh, "Los Códigos Secretos. El arte y la ciencia de la criptografía, desde el antiguo Egipto a la era de Internet”, Debate Editorial, Colecc. Pequeña gran historia, Madrid, marzo-2000. pp. 382, Tit.Orig: The Code Book