viernes, 16 de marzo de 2007

El experimento Goebbels

Goebbels era zambo, una osteomielitis le afecto la pantorrilla derecha, a los cuatro años, y lo dejó con dolores para toda su vida. Además era de escasa estatura y con el tiempo no mejoró su cara de comisario bolchevique a punto de dictar sentencia. Ni siquiera cuando sonreía parecía un hombre agradable, aunque evidentemente hay gustos para todo, ya que se casó con una mujer bella (para los moldes de la época), Magda Quandt, quien le dio seis hijos que por su buen aspecto parecían no haber heredado nada del padre. No era inculto, ya que fue doctor en historia, además de haber estudiado filología germánica y clásicas. Tampoco era inteligente, aunque sí podría calificárselo de listo. Quizá por su apariencia (que lo condenó a ser un niño solitario) se fue haciendo radical en la juventud. No fue admitido en el ejército debido a su minusvalía por lo que no pudo enrolarse como soldado en la primera gran guerra; así que, poco a poco, en los agitados tiempos posteriores a la guerra se fue afirmando en una mentalidad cerradamente antisemita, anticapitalista y nacionalista. De bache en bache terminó con Adolfo Hitler, y a su sombra se labró su carrera y su poder, con el cual a partir de 1933 llegó a dominar toda la producción cultural e intelectual de Alemania. Así conquistó honores y actrices por igual, ya que su diminuta y mal formada apariencia no fue obstáculo para sus múltiples aventuras (lo que llevó su matrimonio al punto de ruptura; hecho que no se produjo por la intervención personal de Hitler).

Un hombre que le gustaban los entierros fastuosos (como el que organizó a Hors Wessel) con discurso fúnebre incluído. También orquestar algaradas, supuestamente espontáneas, como la “noche de los cristales rotos”, el primer ensayo de caza sistemática al judío, que escandalizó al mundo entero y llamó la atención, a quien quisiera escucharle, que su antisemitismo iba muy en serio. Goebbels es un personaje siniestro que se convierte en el modelo para todos los ayatolaes e inquisidores posteriores; organizó su ministerio de Propaganda como una fábrica y no había papel ni libro en Alemania, película o programa de radio, periódico o conferencia que no fuese fiscalizada por la maquinaria que el montó y dirigía diariamente.

En general prefiero los libros para conocer a fondo una situación, pero los Videos son excelentes para recrear circunstancias, personajes, ambientes, que si no quedarían librados a nuestra imaginación (siempre anacrónica, ya que nunca vivimos lo que leemos, o casi nunca). Las fotos no hacen justicia, la mayor parte de las veces a los acontecimientos históricos, por eso he puesto este Video, al que recomiendo, entre los diferentes libros que comento.

También hay una dirección, que contiene parte del contenido del Video, y que bien puede darnos una idea de éste. Se trata de http://www.youtube.com/watch?v=W1pkO5M6zUA&mode=related&search=

El Video tiene además la virtud de no agregar comentarios más o menos inspirados (generalmente “menos”), y utilizar palabras del propio Goebbels que ilustran su vida y su manera de pensar.

¡Ojala tuviéramos muchos documentos como éste a nuestra disposición! El estudio de la Historia sería más ameno aún, y nos proporcionaría una comprensión lo más parecida a “estar ahí”, aunque nunca es lo mismo, acercarnos en lo posible a las circunstancias estudiadas ayuda a comprender el pasado.

Ficha bibliográfica:

“El experimento Goebbels. Diario de un nazi”, Planeta, Distribuido por S.A.V., duración aproximada 108 minutos, DVD

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