jueves, 3 de mayo de 2007

R.Braithwaite. Moscú 1941

Rodric Braithwaite como funcionario del Foreign Office ha estado en diversas partes del mundo, y entre ellas en Moscú en el período 1963-1966, en plena guerra fría. Luego volvió en 1988 como embajador de su país, Gran Bretaña, hasta 1992, con lo cual tuvo oportunidad de presenciar la caída, o mejor dicho, la "implosión" de la Unión Soviética, acerca de la cual escribió un libro, "Across the Moscow River" que espero sea pronto traducido.
En éste que hoy comento trata de un momento crucial del imperio bolchevique, la batalla de Moscú. Un momento sin igual y que sin embargo no fue registrado con todos sus honores en las crónicas posteriores de la historia oficial ¿por qué? el autor aventura algunas hipótesis que pueden ser o no verdad; en todo caso el libro cubre un vacío en nuestra bibliografía básica sobre la segunda gran guerra, ya que el asedio aMoscú representó la primera gran derrota de un ejército victorioso y hasta el momento invencible.
Resulta muy difícil imaginarse, ahora, como se vivía en esos años de derrotas a la fuerza del ejército alemán. Imaginemos un ejercito tan poderoso como es el de ahora el de USA, pero sinVietnman por detrás, sin un fallo, sin una pequeña o grande derrota. Imaginemos lo que podían sentir aquellos que eran invadidos por tal prodigiosa maquinaria de guerra, y si sentimos algo de temblor... y un esbozo de pánico, estaremos en la pista de como se sentirían aquellas gentes.
La historia requiere imaginación, sin ella sólo estamos frente a documentos que de poco sirven. Y la imaginación tiene que ser encaminada por cronistas capaces, inteligentes, que nos muestren la obra desde diferentes ángulos. Leer un sólo libro sobre un acontecimiento capital es nada; hay que leer muchos; los suficientes como para que nuestra imaginación tenga material de sobra y hay que releerlos hasta que, enalgún momento, dudemos de si eso que recordamos es material de libros o de nuestros propios sueños.
Pues bien, Rodric Braithwaite nos ofrece ese material que necesitamos. Sigue la línea de otros que han aparecido estos últimos tiempos y que enfocan el conflicto no sólo desde el punto de vista de los personajes y la alta estrategia sino que buscan los informes personales, los comentarios de los protagonistas, aunque éstos apenas hubieran percibido una mínima parte de la batalla.
La visión del historiador, y la de su lector, es parecida a la de Dios. Se detiene en un incidente minúsculo; se eleva por el campo de batalla hasta abarcar un frente de cientos o miles de kilómetros; se mete en las reuniones de los comandantes; va hacia adelante hasta precisar algunos de los efectos de lo que está sucediendo; va hacia atrás hasta encontrarantecedentes de los episodios presentes. Es una visión privilegiada y sin darnos cuenta nos hacemos dioses también, perdiendo entre tantos datos y sucesos, el temor, la desolación, y sobre todo la incertidumbre del que vive los hechos sin conocer su guión y sin saber hacia donde va.
Por eso se necesitan libros como "Moscú 1941", que narren lo que la gente sentía y sufría. "Mikail Nemirovski era uno de aquellos resistentes clandestinos, encargado, junto con Nina Popova, de encabezar el comité de resistencia de Krasnaya Presnia. De Nina Popova se decía que llegó incluso a clavarse alfileres por debajo de las uñas a fin de prepararse para soportar torturas..." (pág.320) "Para el hampa moscovita, el caos reinante representaba una oportunidad que no podía desaprovechar. Delincuentes profesionales desvalijaron las tiendas y los pisos que habían quedado abandonados, argumentando que si no se lo llevaban ellos, lo harían los alemanes. Se vendían abiertamente golosinas y chocolatinas robadas, en medio de la calle, y un tipo de aspecto sospechoso fue arrestado cuando trataba de alejarse llevándose dos maletas con oro y diamantes escondidas dentro de un carrito de bebé" (pág .332) "Ni un solo voluntario se echó atrás, aunque algunos fueron rechazados por razones médicas. En conjunto se seleccionó a unas doscientas personas, que fueron asignadas a grupos constituidos en el cineColiseum (en la actualidad teatro Sovremennik) y transportadas en camiones hasta el centro de instrucción de Kuntsevo. Entre los primeros voluntarios allí llegados se econtraba Zoya Kosmodemianskaya, una joven de dieciocho años estudiante del último curso de secundaria..." (pág.410) poco después nos enteramos de la muerte de la chica, colgada por las tropas alemanas, al ser capturada la guerrilla que los hostigaba: "Testigos oculares explicarían más tarde que, antes de morir, Zoya conminó a sus guardianes a rendirse mientras aún estuvieran a tiempo para gritarles finalmente: "¡No podéis ahorcarnos a todos!". Su cadáver quedó colgado de la horca durante un mes y medio, hasta que fue enterrado por orden de los alemanes que se batían en retirada, justo antes de que la localidad fuese liberada el 12 de enero" (pág.411)
Este libro trata sobre una pequeña parte de la guerra, un episodio que si bien fue importante, ni siquiera representó el punto de inflexión del ataque alemán; en la primavera siguiente las tropas invasoras llegarían muy lejos, y si bien Moscú se salvó, fue más bien por error del alto mando alemán la diseñar su estrategia que por posibilidad real de mantenerse libre. La heroicidad de la población, paralela a su miedo y al desgobierno de la capital con la mayoría de sus dirigentes en fuga; la crueldad de la lucha que se daba en medio de condiciones climáticas inimaginables para nosotros; toda la situación en suma se nos ofrece para alimentar nuestra imaginación con muchos detalles, nombres, e incluso caras, ya que el libro contiene fotos muy interesantes y algunas creo que desconocidas para la mayoría de sus potenciales lectores.
Resumiendo: un buen libro, con una buena edición, cuidada, como todas las de Crítica.
Ficha Bibliográfica:
Braithwaite(2006), Rodric Braithwaite, "Moscú 1941. Una ciudad y su pueblo en guerra", Crítica, Colección Memoria Crítica, Barcelona septiembre 2006, www.ed-critica.es, pp.562. Tit.Orig: Moscow 1941. A City and its People at War, Profile Books Ltd, 2006.


2 comentarios:

Guillermo Herrera dijo...

Me encanta la pasion que pones en el relato, estaba buscando una "critica" antes de comprarlo y sos un magnifico expositor. Saludos desde Buenos Aires.

Guillermo Herrera dijo...

Siguiendo tu consejo, estoy leyendo "Mosuc 1941" y me parece un muy buen libro. Gracias.
Saludos argentinos