domingo, 26 de octubre de 2008

R. Atkinson. Un ejército al amanecer

De Libros y Lecturas
La Segunda Guerra Mundial fue una contienda particularmente cruenta. Piénsese que durante los 2174 días que duró se produjo una muerte cada tres segundos. Quizá esta cifra nos dé una idea, más sí también consideramos que gran parte de estas víctimas fueron jóvenes, en la edad más vital de la existencia, a lo mejor podemos calibrar, por aproximación, la tremenda sangría en capital humano que desgastó al mundo y en particular a los países más desarrollados. De todos modos los males fueron mayores porque existieron innumerables víctimas civiles que nunca fueron contabilizadas, y las consecuencias inmediatas de esta masacre también se llevaron decenas de miles de vidas como consecuencia de las penurias económicas y políticas que se dieron en extensas zonas habitadas. Sin contar que gran parte de Europa quedó condenada a yacer bajo el dominio de una bárbara dictadura uniformizadora.

Hace ya muchos años cuando Carl Sagan escribió que si la humanidad hubiera sido más racional ahora estaríamos navegando más allá de los cielos, en los espacios interestelares y no recién descubriendo nuestras posibilidades en ese campo. Si el cálculo del malogrado escritor fuese remotamente cierto uno no puedo menos que convenir que la vida se toma su tiempo, con su habitual derroche, para alcanzar niveles superiores de complejidad. Es triste, pero es lo que hay. Y todo esto viene a cuento porque este libro Rick Atkinson narra, con muchos detalles y anécdotas, los primeros pasos del ejército estadounidense en su guerra contra la Alemania de Hitler. “Para liderar un potencial de ocho millones de hombres, el ejército disponía de sólo 14.000 oficiales de carrera cuando empezó la movilización en 1940. El cuerpo de oficiales de entreguerras estaba tan lleno de personal inútil que una autoridad lo consideró como un peligro de incendio; los bastones de mando, el talismán del viejo ejército, podían servir de mecha. Comités secretos del Departamento de Guerra conocidos como “desplumaderos” empezaron una purga de centenares de oficiales que eran demasiado viejos, demasiado ineptos o estaban demasiado cansados. Ningún oficial en activo en 1941 había mandado una unidad tan grande como una división en la primera guerra mundial; la media de edad de los comandantes era de 48 años. La Guardia Nacional estaba aún más anquilosada. Casi una cuarta parte de la oficialidad superaba los 40 años y los rangos superiores eran dominados por políticos de certificada incompetencia militar. Además, las unidades de la Guardia en dieciocho estados estaban manchadas por escándalos: malversación de fondos, falsificaciones, sobornos.” (pág. 22).

Un ejército que aún valoraba más la caballería que los tanques y que consideraba, como estableció un general de caballería en el Congreso, en 1941, que con algunos pocos jinetes bien entrenados se podía destruir un nido de ametralladoras “sin ningún rasguño” desembarcó en África con la presunción de que se iban a llevar por delante en poco tiempo a los germanos y a sus aliados sureños. Obviamente los errores que se cometieron fueron monumentales y se pagó un duro tributo por tanta incompetencia unida a un sentimiento de superioridad absolutamente irreal. El ejército yanqui tuvo su bautismo en África y el que desembarcó, un año después en Normandía, nada tenía que ver con su anterior. Así de rápido se aprenden las cosas en la guerra y el que no… tampoco le queda tiempo para ello.

Atkinson describe todas las operaciones principales que llevaron a EEUU y su aliado británico desde las playas de Marruecos, en la operación Antorcha,  hasta la liquidación de la última posición hitleriana en Tunicia. Un periplo lleno de enfrentamientos violentos, algunos comparables, en pequeño, a Stalingrado; con graves derrotas como la sucedida en el paso de Kasserine hasta la victoria final donde cayeron los últimos bastiones de Bizerta y Túnez.  Una ojeada a los mapas de las sucesivas operaciones en http://elcajondewatson.blogspot.com/2008/10/ratkinson-un-ejrcito-al-amanecer.html,

http://elcajondewatson.blogspot.com/2008/10/blog-post_24.html nos podrá dar una idea del nivel de análisis de Atkinson. Y la páginahttp://elcajondewatson.blogspot.com/2008/10/ratkinson-un-ejrcito-al-amanecer-3.html muestra a los principales personajes que se mueven en este escenario por la parte aliada.

Un libro para especialistas que hará también las delicias del aficionado a la historia militar, sin duda. Para los legos, en cambio, puede representar encontrarse de bruces con historias muy crueles tanto por la guerra en sí como por la incompetencia de sus oficiales. Un diez para Atkinson que no cede a patrioterismos fáciles creyendo que sirve mejor a su país contando toda la verdad y nada más que la verdad… hasta dónde un historiador en un momento concreto puede llegar.

Ficha Bibliográfica:

Atkinson(2002), Rick Atkinson. “Un ejército al amanecer. La guerra en el norte de África 1942-1943”. Crítica, www.ed-critica.es. Barcelona, 2004.Traducción de Marcelo Covián Fasce. Pág. 703. Tit. Orig: An Army at Dawn. The War in North Africa, 1942-1943. Henry Holt and Company, 2002.

1 comentario:

Miguel dijo...

Un libro magistral, que evoca uno de los episodios más olvidados de la guerra en toda su dureza y complejidad.